El coro Espiga Do de Caja Rural de Navarra, dirigido por Susana Yanguas, se hizo con el primer premio en la Primera Competición de Coros de Empresa organizada por el Orfeón Pamplones y la Cámara Navarra  de Comercio. En una emocionante gala final, en la que los ocho coros participantes interpretaron una obra obligada (Lau Teilatu, de Itoiz), y una obra de libre elección, el segundo galardón fue para el coro de Nordex, el más pequeño en número de coralistas, un total de siete incluida su directora, Naiara Zuriarrain. El tercer premio se lo llevaba el coro de Zabala Innovation, bajo la dirección de Maribel Ugarte. Tras la entrega de premios, todos los coralistas cantaron juntos la obra obligada, con la pianista de Orfeón Pamplonés, Diana Yerro, en una triple interpretación en la que se alternaron también al piano Nieves Balda, del coro de la Policía Foral, y Marisol del Caño, del coro de BSH.

La gala final de la competición abarrotó la Sala de Cámara de Baluarte con un público que vivió con emoción las actuaciones de  los coros participantes, todos ellos coros de empresa, en su mayor parte desconocedores del mundo coral. Sin duda todos merecían un premio por el enorme trabajo y la maravillosa conversión de compañeros de empresa en miembros de coro.

Mari Paz Arizkun, subdirectora del Orfeón y Coach de los coros de empresa  destacó el mérito de todos ellos y el gran trabajo realizado. En el jurado estaba Igor Ijurra, director del Orfeón Pamplonés, Koldo Pastor, compositor y antiguo director del Orfeón, Uxue Uriz, directora de coro y profesora de Pedagogía Musical en el Conservatorio Superior de Navarra, Javier Erro, antiguo miembro de la Escuela Coral del Orfeón,  cantante  y periodista, y Mari Paz Arizkun, la que mejor conocía la evolución de todos los coros, tras la labor de coaching y ensayos con todos los participantes.

En la gala final hubo, además de nervios, mucha emoción y también sentido del humor y desparpajo escénico, especialmente en la obra elegida por cada uno de ellos, como el coro de Empresas Públicas de Navarra CPEN, que interpretó un divertido mix de los 80 o el guiño africano en el atuendo del coro de Zabala Innovation.  Algunos coros se atrevieron con solos, como el coro de BSH en su obra Coconut, o Fundación Caja Navarra Isterria, que interpretó Hail Holly Queen. Estos últimos, personal del Centro de Educación Especial Isterria (desde profesores y trabajadoras sociales hasta personal de cocina) quisieron que en su presentación, además del logo de su empresa hubiera pictogramas explicativos. 

La salida a escena de la Policía Foral, el más numeroso de los coros participantes, con sus componentes vestidos de gala, incluidos director y pianista, fue uno de los momentos en los que la competición cobraba si cabe aún más sentido. La música como elemento aglutinador en estado puro, mostrando que detrás de cada empresa e institución hay un grupo de personas capaces de hacer música juntos. Quien se hubiera imaginado un coro de la Policía Foral, el único de un cuerpo policial en el país a día de hoy.

En los coros de la final había profesores, como en el coro de FEC Vedruna, con profesorado desde Infantil, Primaria, Secundaria y Bachiller,  dirigidos por María Lacunza, había trabajadores de banca y había un sinfín de combinaciones curiosas y heterogéneas como en BSH en el que cantaban hombro con hombro personal de Planificación, Ingeniería, Producción, Servicio de limpieza, Direccion, Recursos Humanos, IT, Servicio Médico, Calidad, Compras y Desarrollo.

El coro ganador, Espiga Do de Caja Rural, se presentaba contando que sus miembros se conocían por teléfono en su mayoría, y que a final de la jornada laboral dejaban aparcadas hipotecas y bolsa para ensayar en una de las sucursales.  Una sorpresa sin duda para quienes se acercaban al cajero los días de ensayo...

Por Silvia Ansorena, responsable de Comunicación en el Orfeón Pamplonés.