Por Silvia Ansorena Coyne.

Las notas coloridas que llenan nuestro año 150 no son fruto de la casualidad, ni notas estampadas al azar. El encargo partió del Orfeón buscando una imagen que definiera lo que supone para un coro llegar a los 150 años. Lo que supone un coro, incluso sin cumplir tantos años.
La idea del coro como conjunto heterogéneo de cuya unión nace la magia en forma de música la hemos desarrollado también durante este 2015 con el calendario que mostró por primera vez la persona que hay detrás de cada coralista. Enfermeras, farmacéuticas, policías, profesores, artesanos, abogados, camareros, amas de casa... y un largo etcétera han llenado los 12 meses del 2015 en un intento de darnos a conocer a la sociedad.

Pero volvamos a nuestra imagen 150. Nos reunimos con José Carlos Díaz de Cerio, profesor, pintor, antiguo orfeonista... artista. La idea era que tratara creara una imagen (que utilizaríamos luego en los programas, carteles, anuncios, en el merchandising) que reflejara la unión de fuerzas. La permanencia, la antigüedad, el futuro. Y nos presentó un lienzo en blanco.

Medía, eso sí 150X150. Tras el susto inicial, nos explicó que para definir a un coro, la imagen tenía que ser tan coral como ellos. Cada niño de los Coros Jóvenes, cada antiguo orfeonista y cada cantante actual tendrían la oportunidad de estampar una nota en el lienzo para crear el OP 150. Una obra que podría seguir cambiando y creciendo a lo largo de todo el año.

Así hicimos, y desde los peques hasta los grandes estamparon negras y corcheas cabeza arriba y cabeza abajo en el lienzo blanco que ahora cuelga en nuestra sala de ensayos. El pelotón de notas se ha convertido en fondo de nuestras publicaciones, incluido el cupón de la ONCE y el de la Lotería Nacional que repartieron suerte este año con nuestra imagen.